Paco de Lucía, «Río de la miel»

P

Mal asunto volver a escribir el día que ha muerto Paco de Lucía. Mal asunto que se fuera tan pronto, aunque fuera cerca del mar, como había querido vivir aquí, como no había podido vivir tranquilo aquí.

Francisco Sánchez Gómez, se llamaba dicen. Pero no pudo ejercer de eso desde que aprendió a tocar la guitarra. Una guitarra que, como dijo en 2008, era una «hija de puta», que lo amaba y lo llamaba, que lo seducía y lo hacía pedazos. Hay personas que viven esa intensidad sin saber cómo sobreviven a cada asalto de esa pasión feroz. Él mismo se sorprendía de lo que vivía y experimentaba en los escenarios, cuando se convertía en instrumento, no en instrumentista, completamente a merced de la guitarra.

Echo de menos escuchar «Friday night in San Francisco» como en una tarde en que cruzaba Santiago de sur a norte, al atardecer, mientras se ponía el sol y tomaba todos los tonos desde el fucsia más intenso al anaranjado, hasta desaparecer detrás de la Cordillera de la Costa. Echo de menos esa pasión en los músicos de hoy, esa disposición a ser instrumentos más que polillas atraídas por los focos, o efimeros recolectores de dinero, rating y ranking. Añoro esas cuerdas que mueven los dedos, y no los dedos que ejecutan matemáticamente la posición en la cuerda. Extraño ese virtuosismo autodidacta, ese sabor a logro y lucha constante, el desgarro de un empeño, el dejarse los tendones buscando la siguiente nota, el acorde más intenso. Pero sobre todo, echo de menos que todo ese talento esté acompañado de la inmensa humildad que tiene aquel que es Maestro, no por diploma ni por acto oficial, sino precisamente por respeto, por honor y por entrega. Evidentemente de esto es de lo que hablan cuando dicen que tiene «duende».

Nos volveremos a ver, Maestro. Que tenga Usted un buen viaje. ¡Con Dios!

comentarios

  • Ciertamente, Ángela, vivir e irse con la paz en el alma de haber hecho todo lo que se pudo con los talentos recibidos.
    Gracias por venir, también, que ya sabes que eres de la casa.
    Un abrazo!

  • Estos días me decia alguien «qué gusto morirse así, habiendo hecho lo que uno quiere, habiendo encontrado esa intensidad y esa pasión y dejando un legado tan importante»
    Es bueno volver a leerte, aunque haya tenido que ser por esto…

    Saludos!

por Iván Tamayo

Mi nombre es Iván Tamayo e impulso.blue es mi sitio personal, y la forma que he encontrado para guardar y compartir anotaciones, hallazgos, historias e ideas que pueden ser (o no).

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