Han pasado 10 años, exactamente. Y sigue siendo igual como el minuto después. Es inevitable recordar las caras, los gestos, las carreras, el grito suspendido en el aire, el espanto. Aquellos amasijos de hierro, las bolsas y ropas tiradas, las huellas del desastre.
La mañana del 12 de marzo de 2004 escuché por primera vez a Múm, en Radio 3, con la canción que sigue más abajo. Creo que es difícil no asociar ahora esta canción a lo que sentía esa mañana, el día después de todas las imágenes, relatos, secuencias y titulares que nos cayeron encima para «informarnos» de esta tragedia. Oponer la suavidad de los matices de Múm a la brutalidad de los medios informativos bombardeando morbo, me sigue pareciendo un magnífico homenaje. La música genera estas catarsis y, aunque no solucione nada, ni descubra en este caso a los verdaderos culpables de este horror, restaña las heridas y limpia con alguna lágrima lenta aquello que no debió ocurrir nunca. La música te hace olvidar el dolor y recordar, todas las veces que haga falta, que apenas una simple mirada o una sonrisa bastan para seguir creyendo en algo mejor, en la cercana complicidad de una mano que acaricia, del hombro ofrecido para descansar, del silencio que acompaña y reconforta.
Para todas esas sonrisas que siguen en nuestra memoria.
«Nightly Cares»
Múm – Summer Make Good
2004 Fat Cat Records