Te hallé como una lágrima en un libro olvidado/ Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho/ Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan/ Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas/ De un Dios encontrado en alguna parte/ Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú/ El pájaro de antaño en la clave del poeta
Vicente Huidobro: «Temblor de cielo» (fragmento)
Isolda, Isolda, yo sigo mi destino.
¿En dónde has escondido el oasis que me habías prometido tantas veces?
La luz se cansó de andar.
¿A dónde lleva, dime, esa escalera que sale de tus ojos y se pierde en el aire?
¿Sabes tú que mi destino es andar? ¿Conoces la vanidad del explorador y el fantasma de la aventura?