Esta se la debo a varias personas. Primero a la que me mostró a Marcelo D2, a Fabio. Segundo, a quienes han disfrutado escuchándolo. Y tercero, a quienes no le conocen, y probablemente les gustará. Es Marcelo D2, el que consiguió mezclar samba y hip-hop. por fin!
Lenine: «Rua da Passagem (Trânsito)»
DJ Dolores y las caderas del mundo
Helder Aragão (DJ Dolores), desde Recife, ha contribuído no solamente a difundir una música que mezcla la electrónica con las bases rítmicas del folklore brasileño, sino especialmente a demostrar que cultura y dinero no tienen por qué ser hermanas. Desde el corazón de su Babel rítmica, DJ Dolores pone el acento en la diversidad, en el collage étnico de una ciudad pobre en dinero y rica en humanidad.
Kid Abelha: «Fixação»
A Kid Abelha los conocí indirectamente, primero escuchando a Paula Toller haciendo coros para Charly García en "Buscando un símbolo de paz" ("Parte de la religión", Columbia - Sony Music, 1987), y nunca más me interesé en saber qué tipo de música hacían ella, George Israel y Bruno Fortunato, los integrantes de esta máquina brasileña de hits.
Maria Rita: «Veja Bem, Meu Bem»
Julieta Venegas y Lenine: «Miedo»
A Lenine lo escuché por primera vez como invitado en el evento Cidade do Samba, del que ya he publicado algunos vídeos. Buscando más material descubrí que es uno de los compositores más admirados en los últimos 20 años en Brasil. Conseguí su concierto acústico del año 2006, buenísimo y 100% recomendable, y me encontré con esta versión de un tema de Pedro Guerra -otro imprescindible- con la colaboración de Julieta Venegas -ya no es posible agregarle adjetivos porque los tiene todos-. A disfrutar.
«Desenredo»: Boca Livre y Roberta Sá
La música tiene un sonido para cada momento. Se deja usar, se deja llevar, se hace cómplice y confidente, se hace luna, se vuelve sol. La música es siempre buena, no hay música mala sino músicos imperfectos. Puedes tener canciones preferidas para cada rincón de tu vida, para cada uno de tus enredos. Puedes tener anclas que te devuelvan la magia en cada desenredo. De eso se trata esto, de cada viaje de ida y cada viaje de regreso.
Zeca Pagodinho: «Quando a Gira Girou»
Esta canción va para muchas personas que, a lo largo de estos años, han estado acompañándome desde la distancia, con sus palabras, con sus deseos, con sus oraciones y esperanzas. Pero como son tantas, quiero representarlas en dos personitas que hoy están resolviendo también sus etapas, comenzando nuevamente otra parte del recorrido de este tren en que vamos todos. Dice esta canción que "Dios te puso en mi camino, en la hora justa para socorrerme, yo no habría llegado solo a ningún lugar si no fuera por ti".
Roberta Sá y Roberto Silva: «Falsa Baiana» (de Geraldo Pereira)
En este vídeo se reúnen la gracia, la inmensa gracia de Roberta, la maestría y experiencia de Roberto Silva, una composición lindísima y fresca a pesar de los años (una de las primeras sambas sincopadas de la historia, que marcaría la gestación del bossa), una de las voces más cristalinas que recuerde y muchísima poesía, en todos los sentidos.
La radio Sanyo de papá y la costumbre de escuchar programas
De niño mi pasión por la radiofonía se traducía en escuchar hasta altas horas de la noche cualquier emisora internacional que se pudiera captar con un receptor de la marca Sanyo que tenía mi padre. Era pequeñito, de transistores, no como el Grundig de tubos, grande, que había en casa de mi amigo Andrés. Funcionaba con baterías, pero mi papá había conseguido enchufarlo a un transformador que era un cubo de tres caras verdes y tres blancas que decía "4,5V". No tenía más bandas que SW y AM y tampoco tenía antena, así que él le enganchaba un alambre y lo ubicaba cerca de una ventana hasta ubicar el programa "Escucha, Chile" en Radio Moscú, emisión nocturna de la resistencia chilena contra Pinochet.
Djavan: «Se»
Dicen que era un joven que escapó a la selva para no ser enrolado en el ejército. Dicen que se refugió en un poblado escondido, con su guitarra. Y dicen que un viejo le enseñó todo lo que sabía de la música. Que volvió a la ciudad pasados unos años, que traía algunas canciones llenas de recuerdos, una mirada nueva y unas pocas ilusiones de cantar donde le pillara el día. Y dicen que con los años se convirtió en lo que es, como todos nos convertimos alguna vez en lo que debemos ser, en eso que es -como dice Coelho- nuestra "leyenda personal". No sé si la historia es cierta, pero preferiría creerla.