Isolda, Isolda, yo sigo mi destino.
¿En dónde has escondido el oasis que me habías prometido tantas veces?
La luz se cansó de andar.
¿A dónde lleva, dime, esa escalera que sale de tus ojos y se pierde en el aire?
¿Sabes tú que mi destino es andar? ¿Conoces la vanidad del explorador y el fantasma de la aventura?
Obras de personas que no he tocado más que con la distancia y la admiración.